• La confluencia extremeña propone crear Casas De Niños para víctimas de abusos sexuales.

Unidas por Extremadura ha registrado una propuesta de impulso en la Asamblea de Extremadura contra a aplicación del falso síndrome de alienación parental en los servicios públicos de protección a la infancia y a las mujeres y madres víctimas de violencias de género y vicaria.

La confluencia extremeña quiere con esta PDI “rechazar la falsa teoría llamada Síndrome de Alienación Parental y sus diversos derivados, así como la necesidad de coordinación parental al considerarse un ataque a la obligación de defensa de los derechos de la infancia y un claro ejemplo de violencia institucional al aplicar el machismo, los estereotipos de género y los mitos sobre la violencia descritos por la literatura científica, cuando es usado desde servicios públicos”.

Y es que según explica esta formación “el Síndrome de Alienación Parental no ha sido reconocido como una patología por ninguna institución médica, psiquiátrica o asociación científica y su aprobación ha sido rechazada por la Asociación Americana de Psiquiatría, la Asociación Americana de Psicología y la Organización Mundial de la Salud”.

En esta línea pretenden “garantizar que ningún servicio u organismo con financiación pública en Extremadura, dentro del ámbito de sus competencias, haga uso de esta teoría pseudo-científica o de sus derivados”.

En esta línea Unidas por Extremadura plantea “poner en marcha un espacio único de atención integral a los niños y las niñas víctimas de abusos sexuales o con sospechas de que lo pudieran haber sido, siguiendo el modelo de las Casas de Niños”, con el objetivo de “articular mecanismos de coordinación y supervisión de profesionales que abran, por fin, en nuestra región garantías jurídicas y procesos de reparación para los y las menores en los procesos de detección y diagnóstico”.

Por ello, instan a “garantizar que las casas de los niños y de las niñas sean recursos interdepartamentales, especializados, universales, de gestión pública y gratuitos, con acceso equitativo a todo el territorio extremeño”, gestionadas por un “comité externo, independiente y pluridisciplinar para hacer el seguimiento y la evaluación de las nuevas unidades de las casas de los niños y de las niñas, con el objetivo de velar por el cumplimiento de los estándares de calidad del modelo”.

La confluencia destaca que “la Casa de los Niños es un modelo de atención integral donde todos los departamentos que intervienen en un caso de abuso sexual infantil se coordinan y trabajan bajo el mismo techo”, defendiendo que “se trata de una casa, lejos de comisarías y hospitales, que cuenta con un entorno amigable para los niños y niñas”. El objetivo de las mismas según ellos es “evitar que los y las menores no tengan que desplazarse ni repetir tantas veces su historia. En lugar de ir a comisaría a prestar declaración, el niño o niña acude a la Casa de los Niños donde se le hace una entrevista forense que es grabada y todos los actores involucrados en el caso la ven por circuito cerrado”.

Por otro lado, desde Unidas por Extremadura apuestan por “crear en el plazo de un mes, un comité externo que revise todos los diagnósticos de abusos sexuales a menores hechos hasta ahora por las unidades hospitalarias especializadas o similares y detecte cuántos incluyen indicios de que en aquella evaluación se ha usado la teoría SAP o alguno de sus derivados”, para “ofrecer una segunda revisión y diagnóstico con otros criterios y equipos a los casos que se detecten, con el objetivo de intentar evitar o paliar los impactos, a veces ya irreversibles de los efectos sociales, judiciales y personales perversos que hayan podido causar aquellos diagnósticos iniciales”.

Con respecto a los profesionales que han de actuar en casos de violencias contra la infancia, desde esta formación instan a “garantizar que se les ofrece formación especializada con perspectiva de género. Además, dicha formación ha de ser suficiente y adecuada, diseñada para cada grupo y disciplina en su contexto y se han de articular mecanismos de supervisión y acompañamiento a las y los profesionales que deben velar en todo momento por el bien superior de las niñas y los niños”.

Por último, Unidas por Extremadura cree en la importancia que tiene la educación en la lucha contra estas violencias, por ello, proponen “garantizar que se incluye la educación sexual y afectiva al currículo educativo de las escuelas públicas y concertadas en Extremadura, en todo el ciclo escolar y desde la pequeña infancia, promoviendo una campaña permanente para educar sobre sexualidad basándose en el respeto, la afectividad, la ternura, la complicidad, el compromiso, la autoestima, el autocuidado y la promoción de la cultura del buen trato”, además de que “la formación comprenda el reconocimiento de situaciones abusivas y de manipulación emocional, y el conocimiento de las respuestas que pueden dar los y las menores y de las personas a las que se puede acudir para recibir ayuda, a fin de dotar a los niños y a las niñas de herramientas de autoprotección”.

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